LOS RECUERDOS


 




    Los recuerdos son a menudo caprichosos, de eso he hablado en varias ocasiones en bares o en la calle o en restaurantes o en casa o en casas ajenas o ... (vamos, que es un tema recurrente con el que he abrasado a varios en variados lugares). No sé si he escrito alguna vez sobre el tema, pero es éste un asunto que tengo suficientemente analizado (el de los recuerdos) y ha sido objetivo de una investigación por mi parte, me he centrado en escuchar a gentes contando historias pasadas y posteriormente he buscado a otras personas que hubiesen estado en el mismo lugar y tiempo para poder comparar (me centré en las que me era fácil cotejar otras versiones) y por eso puedo afirmar que los recuerdos son caprichosos y en muchas ocasiones modificamos el pasado, infligimos cambios a nuestras vivencias, estos (cambios) los he encontrado incluso en las historias contadas con apariencia de exactitud y narradas por individuos de memoria de lo más precisa. Algún día, quizá, cuente al dedillo la evidencia más exagerada que guardo sobre esto, un recuerdo fantástico (por parte del contador de la historia), evocación falsa que habita en el intelecto de esa persona de memoria fabulosa, una invención, un autoengaño o ensueño que incluso cuando relata la historia la adorna describiendo imágenes de aquel momento, algunas de ellas, que nunca tuvieron lugar, relato retocado que le ha acompañado durante años sin él ni siquiera sospechar de sus cambios (¿por qué?), habiendo modificado en su mente una historia de su pasado de la cual somos varios testigos de lo realmente sucedido y nunca le hemos contradicho cuando la hemos oído relatar por él, hicimos un pacto para tapar un hecho que involucraba a un compañero en una pérdida de un importante objeto y sin saber que íbamos a volver a escuchar aquella historia multitud de veces, el trato entre colegas, aquella mentira que ideamos cobró vida en la mente del contador, anécdota que se ha mantenido durante el transcurso de los años y que se ha convertido en la mayor evidencia que conozco sobre el hecho de que la memoria se manipula, la manipulamos de forma involuntaria. La historia (esa de la que hablo y que quizá algún día cuente) que demuestra que la mente humana inventa a su albedrío, eso lo hace, posiblemente, por unas pautas que sigue al encontrar… (lo cuento otro rato). Os aseguro que la frase –Lo recuerdo como si estuviese ocurriendo en este momento -, no se sustenta por ningún lado y no es garantía para nada de que lo que vas a oír o has oído por la persona que ha soltado la famosa frase aseverativa sea un relato preciso de lo acontecido en su momento. Lo siento.

    La memoria es caprichosa, cuando escribo ficción me valgo mucho de esto, en ocasiones hurgo en historias de mi pasado de las cuales recuerdo alguna parte, simplemente un poco y después las desarrollo como auténticas, me gusta hacer esto y habiendo analizado lo que regala el paso del tiempo a nuestras memorias podría darlas por ciertas o muy aproximadas a la realidad (algunas de las historias que escribo), ocurriera en su momento o no, ¿qué más da?