En ocasiones, doy gracias por gustarme ciertas cosas. Por ejemplo, me gusta que la gente sonría, en especial sonrisas mayores de 50. Mi preferencia por las sonrisas mayores no quiere decir que no me gusten las sonrisas menores. Me gusta ver sonreír a la gente, a todo el mundo en general. La sonrisa significa “no me tengas miedo”, también dice “soy amable”. Y no cuesta nada sonreír. Se puede sonreír estando triste, también estando alegre, se puede cuando lloras. Sonrisas regaladas.
Me gusta, en ocasiones, regodearme en el pasado y sonrío al recuerdo, una sonrisa la ponías tú y la otra yo.